Residencia San Francisco de Asís -Capuchinos León
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Residencia de Estudiantes de León -Capuchinos 1
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Arte en la iglesia de San Francisco de Asís

1.- El retablo de Thomé.

Arquitectos del retablo: Narciso Thomé y Simón Gavilán Thomé.

Génesis del retablo:
Todo comenzó por la generosidad de un devoto anónimo que ofreció 50.000 reales de vellón al Cabildo catedralicio de León para honrar a la Asunción de María, imagen gótica flamenca que ya presidía el retablo gótico de la catedral, con un retablo nuevo.

Corría el mes de junio de 1733. El Cabildo aceptó y se decidió por el arquitecto Narciso Thomé, que proyectó la oferta. Pero, por diversas circunstancias, especialmente económicas, se retrasó su ejecución hasta 1739; al año siguiente estaba terminado el retablo, por partes y en blanco. Faltaba dorarlo y armarlo. Diversas circunstancias retrasan el armarlo y colocarlo en la nave central de la catedral. El maestro Pavía terminará el retablo 13 años después que el devoto enviase la carta para financiarlo.

A finales del siglo XIX, la catedral sufre profundas reformas de la mano del arquitecto Demetrio de los Ríos; el retablo barroco se vio apartado de su emplazamiento y trasladado a la Iglesia de San Francisco, donde hoy continúa. En el año 1883 la comunidad de Capuchinos solicitó del Cabildo de la Catedral la imagen gótico-flamenca de la Asunción de María que presidía el retablo.


Coste del retablo:
El retablo acabado en blanco supuso unos 176.000 reales, y el aparejado y dorado unos 132.000 reales. En total unos 308.000 reales de vellón. 
La madera del retablo se compró en los pinares de San Leonardo (Soria), por su calidad afamada.

Descripción del retablo:
Según la realización original (un cuadro del retablo que hay en Villalpando, Zamora), el retablo se encuentra dividido en tres calles. La primera básicamente como se encuentra hoy día en la Iglesia de San Francisco de León. Y dos calles laterales. Las calles laterales divididas en dos cuerpos situados en los brazos del crucero de la dicha iglesia de San Francisco: el de la Presentación y el de los Desposorios, habiéndose perdido los cuerpos superiores de ambas calles en los que se enmarcaban los relieves de la Visitación de María a su prima Isabel y en de la Anunciación.

El centro y motivo de toda la composición del retablo principal es la Asunción de María. En el cuerpo bajo del retablo se representaba la vida terrena de María: La dormición, ( lugar hoy ocupado por la imagen de San Francisco ); la coronación del retablo, la parte alta, es ocupada por la Trinidad y los ejércitos angélicos, ( una parte se encuentra en el coro alto, ya que la altura de la iglesia no permitió colocarlo ); y en el centro, situados entre el sepulcro y el cielo, la Asunción de María.

Medidas del retablo:
Medida del retablo Principal: 
Altura : 20,62 metros.
Longitud: 9,15 metros.
Medida del retablo de la Presentación: 
Altura: 8,78 metros.
Longitud: 5,78 metros.
Medida del retablo de los Desposorios:
Altura: 7,45 metros.
Longitud: 5,23 metros.    

2.- Jesús Nazareno. El “Dainos”: 

Es una obra barroca del siglo XVIII sin saber con certeza quién la realizó.

Existen indicios artísticos que nos acercan a Pedro de Ávila y José de Rozas.

Esta imagen sale en la procesión del Domingo de Ramos, que se remonta a 1734. Se la conoce popularmente por el “Dainos”, porque a partir de 1988 acompaña a la procesión los cánticos del denominado “Rosario de la Buena muerte”, con el famoso estribillo del castellano antiguo: Dainos Señor Buena Muerte, por tu Santísima Muerte. 


3.- Santísimo Cristo de la Expiración:

Realizado por el escultor vasco García Irurozqui en 1741.

Responde a la tipología de un Cristo Crucificado y fue la imagen titular de la cofradía de los toreros en la basílica de Jesús de Medinaceli en Madrid, de donde fue recuperado.

En la actualidad es la imagen titular de la Cofradía del Santísimo Cristo de la Expiración y del Silencio.    


4.- Nuestro Señor de Medinaceli:

Es una obra del siglo XX de autoría anónima, aunque según los últimos estudios podría proceder de la escuela gallega, estando implicado el escultor Asorey o algún alumno perteneciente a su taller.

Su tipología queda enmarcada dentro del Cristo mostrado de una forma infame, con la soga al cuello y maniatado.

Es una copia del famoso Cristo de Medinaceli de Madrid tan venerado desde 1895 en la basílica de los Hnos. Capuchinos.    


5.- La Divina Pastora:

Es una obra del Venerable Hermano fr. Antonio de Vera, capuchino, realizada a finales del siglo XIX.

En el año 1895, día de Pentecostés, se inauguró el camarín de la Divina Pastora, obra de D. Félix Ferrer, de Barcelona.

La talla representa a María con su hijo Jesús en las rodillas, pastoreando un pequeño rebaño de ovejas.
Esta devoción de la Divina Pastora, que ha celebrado en 2004 su tercer centenario, está muy vinculada a los Capuchinos, al P. Isidoro de Sevilla, que tuvo la intuición y al Beato Diego José de Cádiz, que la propagó por toda España.


6.- San Antonio de Padua:

Es una obra de Víctor de los Ríos, escultor leonés.

Tallada en madera de pino, representa a San Antonio que tiene de la mano al Niño Jesús que ofrece un pan a un pobre. Obra realizada en torno al año 1950.

El 21 de diciembre de 1952 fue inaugurado el altar y camarín de San Antonio.

 

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